Esta tarde hemos visitado tambien el Nuevo Campo (si, se llama así) del Grisú (@GrisuCF) para regocijo del gran @sidlowe. Va canela en rama.
De buenas a primeras nos encontramos de frente con presidencialismo y verticalismo del bueno. La plaza para la directiva. Bueno, aceptemos.
Esta vez para acceder no vamos a necesitar hacer parkour precisamente. De hecho tendremos cuidado para no derribar la puerta definitivamente.
Al saltar saludamos a Homer, Bart y Scott, los tres perros que usan el campo como suyo. Aquí vemos a Bart corretear por la arena.
Y aquí estamos. Disfrutando del paisaje espectacular con el que nos recibe el Nuevo Campo del Grisú. Y si, se llama Nuevo Campo.
Bart recoge la pelota y sube las escaleras en busca de su dueña raudo y veloz cual extremo del Grisú. Nos deja vía libre.
La grada en esquina del Nuevo Campo, al más puro estilo Feixa Llarga de Hospitalet. Una preciosidad del fútbol de siempre.
El Grisú se llama así dado que el primer presidente era dueño de una carbonería. Y Grisú es el gas inflamable enemigo de los mineros.
El equipo juega en la zona de Cerdeño, en este campo situado en una ladera de Oviedo. Siempre ha militado en categoría regional.
Sus banquillos han acogido a jugadores de todo tipo, con especial cuidado a extranjeros a los que reciben sin restricciones ni exigencias.
En un córner la naturaleza se fusiona con el fútbol sin las delimitaciones que este conlleva. El árbol sirve de banderín.
En el otro córner, la naturaleza salvaje ha tomado la arena del campo inundándolo de césped en una región donde el verde crece sin querer.
Llamémoslo grada o llamémoslo pedrero que sirve para vencer parte de la ladera sobre la que está edificado el Nuevo Campo.
En verano la gente suele disfrutar de la arena y el sol. Esta es otra manera de disfrutar de la arena y el sol. Con una portería en medio.
