Estoy frente a la tribuna del estadio de uno de los equipos mas laureados de España. La emoción recorre cada milímetro de mi cuerpo. Ese escudo tiene más historia que el de la casa real.
A orillas del Bidasoa René Petit dio lecciones de fútbol. Mucho tiempo despues, Ramos hizo un gol histórico.
El histórico Real Unión. El equipo resultante de la fusión de Racing y Sporting de Irún. Si hablamos de equipos históricos, el Real Unión lo es con mayúsculas.
Este año se celebran los 100 años del equipo de la fusión. Hoy, un niño pega patadas con el balón a la tribuna.
El club respeta la historia llenando la tribuna de imágenes como estas.
Si buscásemos «histórico» en la RAE, una de las acepciones sería Real Unión de Irún. 4 temporadas en Primera División y 4 Copas del Rey les contemplan.
El estadio fue costeado en su día por el miticérrimo en estas tierras señor Gal, que donó los terrenos donde se construyó la casa del Real Unión.
En los últimos años varios quintos puestos en Segunda B y ascensos perdidos en el último momento han llenado de infortunio su enriquecedora historia. Aquí tambien ascendió a Primera el Hércules.
Siempre bancaremos aquellos clubes que prohiben tirar pipas.
Justo frente a ese banquillo marcó Ramos el gol del ascenso del Lorca.
La huerta que hay tras la tribuna del Gal es de las que te hacen amar el fútbol. A escasos metros de esta huerta el Real Madrid de Schuster cayó en Copa.
Torretas, vallas y tribunas.
Tras la tribuna este se respira paz y armonía. El árbitro al Bidasoa, hombre ya.
