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S01E03 – El Malecón, Torrelavega.

Música moderna para un estadio futurista a orillas del Besaya y el Saja. Se respira ambiente de fútbol y de Sniace. Estamos en Torrelavega, cuna de Vicente Calderón y Antonio Resines. Aquí nacen las nubes y el hilo de la Gimnástica.

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Corría 1893 cuando Edison y Tesla se enfrentaban en el particular Cristiano vs Messi de la época en la llamada “Guerra de los corrientes”. La Feria de Chicago de aquel año fue adjudicada a la compañía Westinghouse, que comercializaba las patentes de Nikola Tesla.
El presupuesto presentado por Westinghouse era la mitad del presentado por General Electric, con la patente de Edison. Así que aquella guerra la ganó Tesla y su corriente alterna, cuyo uso fue generalizado desde entonces. Y esto es clave en Torrelavega. Sino, preguntádselo a él.

Porque tan solo dos años después, Torrelavega instaló luz eléctrica en sus calles, 12 años después de Madrid o Barcelona y 25 antes que Santander. Este hecho fue clave en el desarrollo industrial de la ciudad, que poco a poco se fue transformando.

Llegó la traída de agua procedente de la loma de Cohicillos y se reinauguró el Puente Blanco de Torres. Precisamente ese año, nace la Sociedad Gimástica, centrada en la lucha, el tiro, el patinaje, la pelota….y el foot-ball comenzaba a brillar con luz propia.

La zona torrelaveguense de El Ansar (no confundir con el de Cartes) acoge en 1908 el primer encuentro de foot-ball de la Sociedad. Frente al Santander FC, primer club cántabro con el título de Real (1910), primero en participar en Copa (1911), y disuelto en 1915. A lo rápido.

El partido finalizó 0-5 a favor de los santanderinos. Cinco años después, se enfrentan al nuevo club, el Santander Racing Club, surgido ese mismo año. Nacía una rivalidad histórica que perdura hasta nuestros días. La Gimnástica se impone esta vez….por 0-5 también.

Eran años de crecimiento. Llegaron a orillas del río Saja fábricas de neumáticos, sal, celulosa, poliamida o energía eléctrica. Llegó el progreso, y llegó El Malecón en 1922. Estadio remodelado recientemente que acogió desde entonces los encuentros de la Gimnástica.

Pocas tribunas existieron en España tan preciosas como la de El Malecón a principios del siglo XX, cuando la Gimnástica fue uno de los clubs pioneros en crear la Liga de fútbol, compitiendo en Segunda A aquella primeriza temporada 28/29.

Corría 1941 cuando el por entonces Deportivo Torrelavega disputaba un play-off a Segunda con el Racing Langreno. En El Malecón es agredido el árbitro, Eduardo Iturralde (si, el abuelo de Iturralde González), por lo que se priva al club de disputar la temporada 41/42 como sanción.

Además de eso, se multó al club con 5.000 pesetas de por entonces. Las crónicas del día siguiente añadían la coletilla “Iturralde, Iturralde, no te quiero, ni de balde”. La cancioncilla siempre fue recordada en Torrelavega. Incluso en 2001. Aunque eso es otra historia…

En 1943 vuelve a la competición ya como Real Sociedad Gimnástica Torrelavega, y regresan a Segunda en 1949. Ese año quedan a cuatro puntos, cuatro pírricos puntos de subir a Primera, gracias a los goles de Duque «El Sheriff». Una derrota en Lleida les privó de una gesta histórica

Cinco años en Segunda para bajar en 1954 y volver a subir en 1966. Esa temporada finalizan décimos y disputan una histórica eliminatoria de Copa frente al Real Madrid de Miguel Muñoz con 2-2 en El Malecón. 11.000 espectadores. Además, quedan por única vez por delante del Racing.

Adquiere popularidad el dicho “La ciudad de Torrelavega saluda al pueblo de Santander”. Para entonces, Torrelavega cuenta ya con 43.000 habitantes. Y no solo eso, sino que aquel 1967 disputan un partido amistoso en El Malecón frente al campeón Intercontinental, el Peñarol.

Los años de bonanza duraron poco, ya que descendieron al año siguiente para no volver jamás a Segunda. Desde entonces, la oscuridad de Tercera y Segunda B con pequeños destellos producidos por los hermanos Engonga, Chili o el gran Manolo Preciado en la capitanía.

Aunque el destello de luz eléctrica más importante entre tanta oscuridad fue el efecto 2000. Aquella profecía que iba a causar el colapso trajo a Torrelavega un equipo de estrellas comandado por la gabardina perenne de Carlos Terrazas que casi les sube a Segunda.

Los Dorronsoro, Docando, Bastida, Nando, Juanjo o el eterno pichichi Chili se proclamaron campeones del grupo patxaran de manera holgada. En la promoción llegaron a la jornada 6 como favoritos para el ascenso. Se enfrentaban a la Gramanet, con quien habían perdido 7 días antes.

Favoritos pese a que durante el viaje a Gramanet de la jornada 5, Terrazas ve a Chili con chancas bajar del autobús y le pide que se uniforme. Chili se niega. Terrazas insiste. Chili se niega. ¿Y qué pasó?. Pues Chili al banquillo, y la Gimnástica cayó 2-0.

Aquel 25 de Junio El Malecón estaba lleno a rebosar. Necesitaban ganar y esperar la derrota o empate del Real Jaén en Ourense, o bien ganar por tres goles de diferencia. En el minuto 66 se ponen por delante. Estalla la grada. La Gimnástica está en Segunda porque empata el Jaén.

Afloran los nervios. El partido está 2-0 cuando llegan noticias desde O Couto. Penalty a favor del Jaén, que anota Jesús Sierra. Al mismo tiempo, Lluís anota para la Grama el 2-1. La Gimnástica necesita dos goles. Y llega uno, en el 95, anotado por Ipiña a la desesperada.

20 segundos más tarde, el pitido final del árbitro da al traste con los sueños torrelaveguenses. El silencio se apodera de El Malecón, solo interrumpido por la mítica noche del 10 de Enero de 2001 cuando el Barcelona de Serra Ferrer jugó en El Malecón. Torretas encendidas.

Se disputaban los octavos de final de Copa. Un hito para la Gimnástica. El equipo estaba entrenado por José Carrete, y compitió de tú a tú frente a un Barça, que solo pudo ganar 0-1 con gol de Rivaldo. Aquella noche había barro hasta en las cámaras de televisión.

¿Recordáis cuando antes mentábamos al abuelo de Iturralde?. Pues resulta que su nieto pitó aquella Gimnástica – Barcelona de Copa ante 12.000 personas que llenaron las gradas de El Malecón. Casualidades de los hilos.

En la vuelta en el Camp Nou, la Gimnástica se encomendó a Chili, que volvía a Catañuña para jugar esta vez, y no lograr perforar portería en el Camp Nou ante 6.000 espectadores. Era 2001. Tres años más tarde se encontró una pequeña sorpresa bajo los banquillos de El Malecón.

En Abril de 2004, a cinco metros de profundidad en la zona de los banquillos se encontró un proyectil de 70 x 21 centímetros y 25 kilos de explosivos, fruto de los bombardeos sufridos por Torrelavega durante la guerra civil. Fue la última sorpresa de este mítico campo.

Atrás quedó la alegría de día del Gernika. En 2010 comenzó el derribo y construcción del actual Malecón. Un campo que aún espera vivir sus mejores años. Los play-offs que vendrán y que aquí contaremos.

La de letra que tiene en su exterior y la de historias que faltan por escribir en su interior. Créditos: Agradecimientos al maestro @josemaholgado por su sapiencia (y libro), al gran @Trapoarayas porque sin él este tour no habría sido posible y a la @RSGT_Oficial. The end.