Estamos en Peralada. Ojo, yo no quería venir pero los acontecimientos en play-off obligaron a uno a ello.
Lo primero que llama la atención es su parking. 19 plazas, una de ellas de minusválidos.
El campo del Peralada (Girona B, ejem) fue inaugurado en 1992. El club ha ido creciendo en los últimos años hasta alcanzar la 2B.
Al fondo podemos presenciar la ya mítica piscina que vemos los meses de mayo en play-off. Se oyen los «Marco!», «Polo!» a lo lejos.
A nuestra izquierda los vestuarios del árbitro. A la derecha los vestuarios visitantes de Peralada.
Estos son los vestuarios del Peralada, que este año recibirán dosis extra de Giorgi y reggaetón al convertirse en equipo filial.
Y por esta puerta es por donde saldrán los jugadores del club colaborador del club colaborador del Manchester City.
Frank Rijkaard was here.
Este es el césped de Peralada. El pueblo es pequeño. Nada más llegar parking para el festival del Castell. Carteles de Bryan Ferry.
Uno se imagina a Franco Battiato en unos días sentado en esta grada, actualizando su perfil de tinder.
Al fondo podemos disfrutar de la piscina de Peralada. Como decíamos, sus partidos de play-off contaban siempre con mirones desde ella.
La tribuna del campo. Se está reformando para pasar de 300 asientos a 450. Las miras del club sob muy altas.
Peralada es pequeña, pero la importancia del Golf y el Casino es mayúscula. Mucho, muchísimo dinero además de tener al Girona y City detrás.
El grandísimo Jordi Cruz, ex jugador de Peralada y Figueres, nos ha hecho de perfecto anfitrión al mostrarnos la joya del campo: El bar.
En él podemos ver los banderines de varios clubs que ha pasado por aquí. Pronto tendrán muchísimo material en este año de Segunda B.
Nos despedimos de las obras cual jubilado un domingo. Y sobre todo de Jordi, un tipo con el que hablar de la que está preparando el Peralada
