Por eso nos hemos venido hasta Llangréu. Buscando los míticos «Disturbios en Ganzábal». Esto es Ganzábal y estas sus torretas.
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Por eso nos hemos venido hasta Llangréu. Buscando los míticos «Disturbios en Ganzábal». Esto es Ganzábal y estas sus torretas.
Langreo está concebido como una ciudad integrada por 8 distritos como Sama o La Felguera. El municipio siempre estuvo íntimamente relacionado con la industria hasta que sufrió una severa reconversión industrial con pérdida masiva de empleo e incipiente depresión.
Por ello hay un choque frontal entre «EL PROGRESO» representado por comercios chinos, gente trajeada y Golf’s en la puerta de Ganzábal.
Frente a «LA DECADENCIA» representada por Meganes amarillos, gente cantando a pulmón en la calle y viviendas semiderruidas.
El Nuevo Ganzábal representa EL PROGRESO. De hecho, esta es su entrada con las taquillas. Pura modernidad y vanguardismo a lo Mad Max.
El estadio reinaugurado en 2006 cuenta con una capacidad de 4.000 espectadores. Sustituye al viejo Ganzábal con origen en los años 20.
Por vez primera visitamos un campo de asfalto. Están cambiando el césped artificial. Ese césped era un clásico de play-off.
El Unión Popular nace en 1961 fruto de la fusi´ón entre Círculo de La Felguera y Racing de Sama. 8 temporadas en Segunda A le contemplan.
Espanyol, Celta, Real Sociedad, Osasuna, Deportivo, Rayo, Tenerife….todos ellos pasaron por aquel siempre lleno Ganzábal de los 60 y 70.
Tras unos años convulsos regresaron a Segunda B por la puerta grande en 1993. Play-off frente a Extremadura, Manlleu y Numancia.
Y entonces comenzó el deterioro. Esta grada se sostenía con palos de madera mientras una cabra comía los cables del marcador en los 90.
El estadio se caía a trozos. El club entró en barrena gracias a una directiva provista de dinero y desprovista de ver¨guenza. Vacas flacas.
Ocho eliminatorias de play-off perdidas. Solo una ganada. Aquel recordado partido frente al Mérida con INCIDENTES EN GANZÁBAL.
Hoy EL PROGRESO trata de imponerse en la Cuenca bajo un precioso arco a lo San Mamés. Muy simbólico, pero echamos de menos LA DECANDENCIA.
Para lo que no estamos preparados es para ver hierba artificial en la pared. No, eso si que no. ¿A donde has ido, Langreo?
Nos despedimos de Ganzábal saliendo a través de la calle Dolores Ibárruri divisando castilletes mineros en el horizonte y play-offs.
